Un estudio reciente realizado por la Universidad de Newcastle descubrió que el alginato, una fibra que se encuentra en algas marinas, reduce la absorción de grasa del cuerpo en más de un 75 por ciento.
O lo que es lo mismo, si tomamos en la comida 100 gramos de grasa y al mismo tiempo comemos algas , nuestro cuerpo sólo retendrá a 25 gramos de esa grasa ingerida .
Las algas son un alimento claramente poco calórico. Los azúcares que contienen son en su mayor parte mucilaginosos, es decir, que tienen la propiedad de inflarse en agua, Pero no los asimila el organismo. Esta característica evita que se eleve el nivel de azúcar en sangre y, a su vez, es útil para quienes sufren estreñímiento.
¿Qué algas podemos incluir?
Además de la espirulina, podemos encontrar el Nori que es el alga que se usa normalmente para hacer los rollitos de sushi en la cocina japonesa, con excelentes beneficios para el organismo.
Hay otras algas como el Kelp que podemos encontrar en forma de suplementos alimenticio o las algas Dulse, de color rojo, que pueden agregarse a las sopas o ensaladas. El Arame, el Wakame y el Kombu son otras algas marinas no muy conocidas pero con grandes propiedades y beneficios.
Incluir algas marinas en la dieta es beneficiar a nuestro organismo con sus grandes propiedades nutritivas y medicinales. Es recomendable adquirirlas en un lugar certificado, donde nos puedan asegurar su calidad para consumo, ya que las algas son también propensas a acumular contaminantes nocivos para el organismo. ¿Te animas a probarlas?
