Durante años, los cirujanos han buscado un método seguro y efectivo para eliminar las acumulaciones de grasa que provocan irregularidades y desproporciones en distintas partes del cuerpo. Las primeras operaciones que se realizaron para tratar esta afección consistían en extirpar en bloque la piel y el tejido graso de la zona afectada. Estas intervenciones, conocidas como dermolipectomía, eran procedimientos de envergadura que dejaban una gran cicatriz en el área corporal que había sido tratada.
Hoy en día, se utilizan máquinas tecnológicamente
avanzadas para acceder al interior de un órgano enfermo, sin necesidad de
abrirlo, y explorar o reparar una lesión. La mayoría de estos dispositivos, que
permiten realizar los procedimientos quirúrgicos con mayor seguridad y de una
forma más precisa y menos traumática, también pueden utilizarse a la hora de
modelar el cuerpo.
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